Los cuatro puntos cardinales son tres: el Norte y el Sur.

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jueves, 22 de enero de 2015

Hierbavieja, hierbanueva


Adrian Campfield




Otoño. Que sea otoño. Que sea otoño y que llueva. Mucho. Que haya leños ardiendo en un brasero. Y un gato. Que haya un gato y que sea negro y que mire de amarillo y que se enrosque y que nos enseñe un poco a vivir. Pero por sobre todas las cosas que sea otoño. Que le falte un vidrio a la ventana. Que entren por ese hueco la lluvia y el frío. Que tengas ganas de besarme. Muchas ganas. Que un hombre te espere en otra parte. Que sea otra vez otoño. Otoño y Que llueva. Y que no vayas. Que te quedes conmigo. Que sea otoño otra vez y que te quedes.

Yo sabía que había un tigre debajo de la cama, un orangután en el armario y una araña gigante dentro de un zapato. 
Te amaba tanto que para que durmieras tranquila me levantaba por las noches y les daba de comer al tigre, al orangután y a la araña. 
Como no me amabas te resultó fácil creerme loco y no quisiste más vivir conmigo. Me obligaste a tomar un tren. 
Casi todos los pasajeros descansan con los ojos cerrados. Yo no. No puedo relajarme. Miro la luna por la ventanilla y pienso que estás dormida y que no sabes que hay un tigre debajo de la cama, un orangután en el armario y una araña gigante dentro de un zapato. 


Reuní un congreso de hormigas putas para que masticaran las hojas de tu recuerdo. Te borré de las paredes, del techo, del aire. Dediqué días y noches a borrarte. Lijé maderas, sombras y sábanas. Borré tu culo de las sillas. Hice un trabajo de borradería tan bueno que, si algún día volvés, cuando trates de hablar, verás que tenés borradas la lengua y las palabras.

José Sbarra






Adrian Campfield






Invierno, invierno. Es invierno, y todo encharcado, uncido, anacondas en las cuchillas y cuchillos de madera. Tan ardientes como el agua. Y que haya una perra que maulle descalza, y que ante toda ventana se de la vuelta, se encarame y mueva su cola mientras el péndulo de su lengua dibuja carámbanos en el vaho de quien llega a casa. Suena el timbre, la esterilla se abre al Párnaso. El picaporte se entorna de vida, de vida auténtica, sin patrañas. La noche se desnuda en la más íntima picardía. Edredón orejudo e invierno corajudo. Mañana de nuevo será invierno, y de nuevo jugaremos al amor, a ese copo que ni es agua, y sí sustento...a ese vaho que es verdadero, auténtico, leal. Es invierno, y cuando parecía crudo, es magro, tierno, maravillosamente frío por fuera y ardiente por dentro.

Yo no sabía que había un colibrí en un cajón, ni zánganos entre las cortinas, ni un elefante en los zapatos, ni siquiera descubrí la zorra que como un pájaro carpintero podaba en la vendimia de las cepas castradas carroña para cabras y cabrones. No, no lo sabía. Tomé distancia, y la zorra tiró al Monte, el carpintero imaginario construyó un palacio de cerillas al elefante, el colibrí prendió vuelo...y al fuego... los zánganos liberaron las manecillas de los hilos, y la cortina rasgada, fundida, olvidada, así quedó. Con soltura, ligereza y ausencia, lancé los zapatos al matadero. No me hacia falta una cama romana, ni un camastro persa, ni tampoco una camilla en la uci, ni una litera en la jaula de los grillos. Ya no. Ya no he de ponerlos donde cualquiera los puede lanzar. Hace mucho que ya no. Pero hace más que los sajé de aquel espanto. Ahora, descalzo, bailoteo como un pato mareao, pero feliz, sobre el pajar, forjado de heno fresco, limpio, confidente y sereno. Un lugar llamado hierbanueva. Una maravilla de sencillez y cotidianidad. El puto paraíso.

Me arrastraron hasta un camposanto de agua tranquila y límpida una familia errante de hormigax... cómplices, caminantes, inquietas y compañeras, les ofrecí un plato de leche y un cuenco de migas. Las muy puñeteras dibujaron tus cuatro letras con inusitada algarabia. Dejaron atrás, muy atrás aquella hierbavieja que estaba sucia, podrida...y que la nueva, la hierbanueva, destilaba y desprendía lo que me había perdido durante tanto tiempo en el Monte de la Mentira. Resabiadas y audaces, imponentes e intuitivas... del cuenco al plato, y viceversa... amasaron el mapa que me llevó hasta al regreso de mí mismo... el rastro es la brújula hacia el cruce de tu mirada. Y ahora...¡Cómo me alegro! camino de ellas, de ti. En ti, en ellas.

Ellas, inteligentes no precisan del reconocimiento interesado y enjabonado de los reflejos de un espejito mágico que les mienta verdades y oculte la más espantosa realidad. Y es que tu no pierdes el tiempo maquillando tu vida. Eres tan sencilla, tan humilde, tan libre de milongas, tan auténtica de carnes y tuétano... y ahí, en ese pajar de libertad donde tu sonrisa y tu mirada no separan realidad y sueños, encontramos  sembramos la gran sombra.. la hermosa y pura sombra. La buena.

Hierbanueva, tierna, fresca, jovial, limpia y natural, tan natural que la vieja se entierra ella sola.

Ícaro



un



10 comentarios:

  1. Sbarra y tú, vaya pájaros, vaya canallas, vaya par de perros.... pero me encantais, sacais todo eso que duerme en nosotr@s, ese alma errante, que callejea, vosotros descubris otro inframundo. Sois unos callejeros de los mil demonios, pero buena gente. Tan noble que me encantais. Bessssossssss

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  2. Green grass or green clouds ? Me ha encantado como abriis los cajones y el armario

    https://www.youtube.com/watch?v=DLJ6tJU9bQQ

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  3. Sbarra and Icaro surgeons soul

    https://www.youtube.com/watch?v=oSF-T5gwdxU

    smilesss

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  4. No hay nada como tumbarse sobre hierba fresca, verde,, tierna y feliz. Y jugar a ver en el cielo las formas que las nubes cobran en nuestra imaginación. Me trajisteis viejos recuerdos que nunca se borran

    https://www.youtube.com/watch?v=HSdNDFj5zJQ

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  5. Absätze wie ein pudding , zitternd und so real Buff

    ich geliebt habe ¡

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  6. Trozos de vida de un par de auténticos perros, perros leales a sus convicciones y fieles a su promiscuidad nocturna. Chapeau, canallas

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  7. Me ponéis colorado. Pero colorado, colorado. Azafrán ¡¡¡¡¡ Días intensos, muchos proyectos y ganas de aprender, de crear. Os adoro, porque a algunos os conozco y a otros, no.. aún.

    Sois gente buena, magnífica personas que la virtualidad nos ha acercado hasta conocernos, con inquietudes o sentires similares...

    Un nexo común.

    Respetáis, sentís y disfrutáis de una vida que como todas se lucha con ahinco, la vida me ha enseñado que la belleza, la pureza ni se trapichea, ni se mercadea, ni se compra. Que nace de un modo pausado, a fuego lento... y vosotros tras unos meses intenso y llenos de complicidad y ternura no habéis hecho si no que confirmarlo.

    Gracias por ser tan íntegros y estupendas personas

    Os quiero un poquito mucho

    https://www.youtube.com/watch?v=RjXItK5shW8

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  8. “No eres ni la sombra de lo que quisiste ser. Traicionero asunto resultó la vida. Ni la mitad de lo prometido cumplió el pasado.
    Lo esperes o no, vendrá o no. Lo busques o no, lo encontrarás o no. Te prepares o no, te servirá o no.” José Sbarra

    Os admiro, mucho. Me despertáis lo primitivo y la vida de golpe

    Gracias

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